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viernes, 11 de febrero de 2011

ay ay ay





En el fundamentalismo de las palabras
En la idiosincracia de las letras sin sentido
En la dificultad de encontrar las palabras que sirvan
En la incomunicacionalidadística del tiempo que ya no existe
Sólo me pregunto en qué diablos (y no puntas)
Y de repente pienso en recuerdos que ya son sinsabores
En las palabras que dan vuelta como acrósticos
Y como caleidoscopios anagrámicos de infames que son féminas
Es así como me vuelvo REINA de las palabras
Consentido, porque nuestro lenguaje es puramente consentido
Y de una retórica puramente sofista (que busca un rédito)
Las palabras se nos vuelven líquidas
Para quienes nos damos cuenta de que en la sopa fría de las letras
Hay una doble articulación que se expresa fónicamente
(pero nunca significativamente)
(o será significantemente)
Y termina con un las palabras se las lleva el viento
Con un paf, se acabó.

Y ES EN ESA INSANÍA DE LA IMPOSIBILIDAD DONDE UNO LEGITIMA LA INCAPACIDAD DE EXPRESAR LA INCONSTANCIA Y EL INCONFORMISMO DE LA NO ACCIÓN. Y VUELVE TODO AL CIRCULO VICIOSO DEL “NO”. NEGACIÓN ABSOLUTA DE LA VILEZA Y DE TODO AQUELLO QUE SIGNIFICA LA VUELTA A LAS PALABRAS. (Y ESO QUE A LAS PALABRAS SE LAS LLEVA EL VIENTO) PERO EL REGRESO A LAS PALABRAS Y A LOS SINTAGMAS QUE TIENEN ESTRUCTURA SUPERFICIAL DE VARIAS CLASES Y ESTRUCTURAS PROFUNDAS QUE POSEEN LA PROFUNDIDAD DE UNA ZANJA DE ESQUINA BARRIAL. UNO SE MIRA EN EL ESPEJO DE UNA INNOMBRABLE REALIDAD QUE EN FONDO NO ES MÁS QUE BLABLETAS INSIGNIFICANTES.

1 comentario:

  1. me encanta

    me pone un tanto nerviosa que me hagas recordar a chomski

    pero me encanta

    reina!!

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