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miércoles, 25 de mayo de 2011

Un sueño raro




En el sueño era una fiesta, que en realidad era un bar. Era el lugar “Videobar” de Olivos. Era ese lugar, por la disposición de las mesas. Sé que entramos de la mano y es raro, porque a mí no me gusta que me agarren la mano (cuestión de claustrofobia, ya me llamaste la atención porque no me gusta que me agarren la mano, ni que me apoyen el brazo en el hombro, ni que me agarren de la cintura). En el sueño era tan natural que me agarraras que creo que eso me asustó al despertar. En el lugar estaba Laura fumando IMPARCIALES, recuerdo haberle dicho que me impresionaban esos cigarrillos, yo fumaba Gauloises (era obvio que solo en sueños) pero la cajita era de Gitanes. Fumé Gitanes durante mi época del profesorado. Alguien estaba en la punta de la mesa, estábamos en el mismo grupo de gente conocida, pero no nos saludamos. No sé, era como si no nos conociéramos. Solo que yo sabía que lo conocía de antes. Como en un partido de ajedrez donde el caballo se mueve como torre y la reina se mueve como peón, alguien apareció frente a mí. Y yo estaba sentada enfrente, con una mesa de por medio, a upa de quien me susurraba algo gracioso al oído. Creo que me reí por las cosquillas de la barba, no sé bien. Pero, hubo un momento donde todo pareció detenerse. Y todos se quedaron callados. Nos miramos, y sentí un escalofrío en la espalda. No era producto de las cosquillas, ni de los besos en el cuello. Era miedo. Quise no mirar, y bajé la cabeza. Mis borcegos negros, se volvieron verde botella, y mi chopp de cerveza, era rojo intenso.

Desperté asustada. Corrí al placard, revisé la caja. Los borcegos, al menos, estaban intactos y renegridos.

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